martes, 26 de mayo de 2020

                Alegría.
 
Cada quien tiene su montaña,
cada quien tiene sus desafíos,
de nada sirve llegar muy alto
si no se tiene con quien compartirlo.
La alegría que se comparte, se multiplica.
 
                                                         Estela
 


jueves, 21 de mayo de 2020

                La flojera de la paloma.

 

Una pareja de horneros busca el mejor lugar para hacer su nido. El macho, desde una rama muy alta, le dice a su esposa que lo ha encontrado. Juntos vuelan hasta el pimiento más próximo y se posan en una gruesa rama. Luego comienzan la búsqueda de los materiales de construcción. Felices toman con sus picos el barro y ramitas.

Una paloma los observa desde una de las ramas del pimiento. Esta recostada sobre un precario nido, el cual perteneció a otra ave. Ella lo encontró abandonado y se mudó allí. La paloma se ríe por lo bajo mientras los ve trabajar. Los horneros van y vienen. Uno recibe del otro el barro y las ramitas y luego los coloca concienzudamente. De a poco su nueva casa va tomando forma. 

 Pasaron cinco días en los cuales la pareja no dejo de trabajar, su nido ha tomado la apariencia de un pequeño horno de barro. En todo el tiempo, la floja paloma apenas levanto vuelo para ir a buscar su alimento y posarse en otras ramas para ver como la pareja construía.  Para ella era un nido ridículo, hecho  por un par de pájaros bobos. 

En su vuelo acelerado pasa la hornera cerca de la paloma. La parda la llama y le dice en un tono sarcástico: 

-Ustedes trabajan tanto. ¡Es admirable! 

-Muchas gracias, paloma. - Respondió la pajarilla trabajadora a punto de emprender vuelo, pero la burlona la retuvo. 

-No entiendo por qué lo hacen. Yo tengo mi hogar, es aquel que se encuentra en esa rama del pimiento. ¿Lo ves? Y no me hizo falta gastar los hermosos días de primavera como a ustedes que se pasan volando con ese asqueroso barro en sus picos. Lo encontré allí, esperándome. Y te aseguro que el pájaro que lo había construido no habrá gastado más de un día en hacerlo- 

La hornera la escucha sin darle importancia a lo que le dice. La parda agrega entre risas: 

-Son dos tontos, solo a ustedes se les ocurre gastar tanto tiempo en esa construcción ridícula. 

La hornera nada le contesta y sigue vuelo hacia su nido casi terminado. Esa misma tarde la pareja termina su obra. Ambos cantan el resto de la tarde para festejar su logro. Están muy cansados pero felices, ahora pueden tomar un merecido descanso en su nuevo hogar. 

Pasan los días y la pareja comenzó la labor de empollar sus huevos. Poco se cruzaron en ese tiempo con su vecina, la cual tuvo tres pichones junto a su palomo. Se pasan los días buscando alimento para sus pequeños glotones. 

Una mañana comienza a correr brisas de aire cálido. La paloma no les presta atención y sale a buscar el alimento mientras el papá de los pichones se queda a cuidarlos en el nido. El zonda la sorprende a mitad de su vuelo. 

Una vez que las ráfagas menguan, la exhausta paloma decide volver a su nido a descansar un poco. En el camino se cruza con el hornero macho y lo saluda. Hablan un poco sobre lo exhaustos que están por haber tenido que sostener su vuelo mientras el zonda corría y ambos están contentos de que todo haya terminado. 

 Llegan al pimiento y el hornero encuentra a su esposa parada frente a su nido llamándolo con dulces gorjeos. En cambio la paloma no encuentra nada. En la rama donde debería estar su nido no se ve ni una sola de las ramitas. El zonda había borrado todo vestigio del mismo. La hornera vuela a su encuentro y le cuenta que gracias a que el palomo los cubrió entre sus alas sus pichones estaban salvos. Sin agregar más retorna a su nido. La parda busca a su familia y la encuentra al pie del árbol. Junto a su compañero comienza la construcción de un nuevo nido.

 

           Lidia - 2013


lunes, 18 de mayo de 2020

“¡QUÉ CHASCO!”

 

Y mis sensores  seguían

En otra dimensión.

Y parece que las nubes

 Cansadas de la incomprensión

Comenzaron a escribir:

¡No busques tanta explicación!

Sólo te queremos decir:

¡Resguárdate!

Que va a caer un chaparrón

 

                                                                       Graciela  

 


jueves, 14 de mayo de 2020

Para Santiago, un niño especial

Te saludo en mi corazón con firmeza y aceptación.

Sos un bebé que llena todos los espacios, hasta los más lejanos…

Te saludo con alegría, con la certeza que me recibes.

¡Qué bello y simple es tu corazón!

Saludo a la vida a través de ti,

a la luz del sol,

 que se manifiesta en tus ojos.

Saludo a todos los niños que comparten tu misma historia.

Te saludo en la distancia y en el tierno abrazo de tu mamá.

Te saludo ¡Valeroso y osado Santiago!

Saludo al camino que pausadamente se abre ante ti.

Saludo a todos los seres que te aceptan

 y también a los que no.

Te saludo y descubro tu mensaje de amor,

sos parte de la manifestación Divina.

Janet  S. 2012


lunes, 11 de mayo de 2020

MI CIUDAD

Puedo imaginar y compartir a cada paso un sentimiento acurrucado… ¿Cómo podría contarte lo que tengo y lo que siento?

            Desato los sentidos en una caminata por la ciudad, despierta o dormida encuentro mis afectos.

            Mendoza linda, clara, cálida y aventurera. Llena de paisajes con nostalgias de amistades y amores. Veredas rotas y almacén en la esquina, ¿y por qué no? ¡mate, café y tortitas! O simplemente escuchar el rumor del agua por la acequia…

            ¡Cuánta magia en esta caminata!

            Todos se desperezan al ver tus mañanitas: horneros, gorriones y carpinteros.

            Me gusta descubrirte simple y cotidiana. Pincel, canción y danza, versos y morisquetas. Todo para crear y disfrutar.

            Recorrer tus calles, luminosas de sol, ya es una alegría. Plazas con niños jugando y risas desatadas.

            ¡Mendoza paseandera, plena de vida! Veo a lo lejos tu majestuosa montaña y tus arboledas hacia el cielo.

 Espero… ya aparece la luna en tu enorme noche estrellada, tus aromas y tus grillos.

Mucha gente te espera… y las estás esperando con dulce uva de vendimia.

Este hermoso paseo me lleva a descubrirte, Mendoza.

¡Qué ciudad infinita!


                                                                                                  Nerina Beatriz Giunta - 2013

lunes, 4 de mayo de 2020


“VIVIENDO”


Vivir: tan simple y tan complejo…
Vivo aceptando la realidad
de mi existencia,
tan cierta, tan real
y tan humana….

                                  Nélida - 2012
                                              

  Reflexiones                                                                                                           CAMINO       ESPIRIT...