miércoles, 14 de octubre de 2020

 

Desenvolvimiento en espiral

 

 

Las ideas fuerza que me fueron evidentes cierran un circuito, con forma de espiral ascendente, que se inicia al darme cuenta como individuo de mi permanencia en este momento de mi vida. Esta percepción de mi presente me provoca ir conociendo mis circunstancias, cómo éstas me influyen y la curiosidad de cómo modificarlas.

 

Esto es tomar conciencia, segundo momento de la mencionada espiral, de mi ambiente y de mí mismo. Conciencia de mí que no es total ni instantánea, implica el inicio de un camino de desenvolvimiento. El que comienza con la sensación de soledad profunda que, visto desde afuera,   estoy ante mí mismo sin apoyos ni refugios, con tal impresión de vacío interior que me urge a salir de esa situación.

 

Ante esta percepción existencial tengo dos caminos: retroceder, lo que descubro como inconducente o profundizar mi conocimiento y la aceptación en mí mismo, de la incertidumbre, como parte de la condición humana. Es hacer de esta condición una actitud voluntaria de desapego a la ilusión de permanencia, de posesión y de pertenencia, actitud que se define con la palabra renuncia.

 

Un nuevo despertar a una nueva concepción de mí, de la calidad de las relaciones conmigo mismo y el ambiente. También de una nueva calidad de relación con aquello divino inmanifestado, aplicándole nuevos nombres, desechando las viejas identidades que cultural e individualmente se le asigna.

 

 Lo nuevo es la constante y la búsqueda permanente de la ruptura de paradigmas es casi una especie de rutina, tanto más difícil cuanto que los seres humanos no tenemos reemplazos y los negamos  en el momento que los descubrimos.

 

También lo es el nacimiento de una nueva conciencia, como conocimiento, y como apertura de la mente a esta realidad redescubierta. El avizorar y la aceptación de desconocidas dimensiones de la incertidumbre, con la profundización de nuestra asunción de responsabilidad sobre el ejercicio de la libertad, desde esta visualización diferente.

 

Todo es empezar de nuevo, pero desde otro nivel y volver a transitar este camino individual con responsabilidad sobre lo colectivo y su beneficio.

 

Esta es la espiral.

 

HUGO FAGALE– 2013

No hay comentarios:

Publicar un comentario

  Reflexión     Los seres que aman derriban barreras, acercan, escalan montañas. Los seres que odian separan, levantan murallas, no ...