lunes, 12 de octubre de 2020

 

El Rey Arturo

 

¿Mito o leyenda?

 

En lo que ahora es Gran Bretaña, se gestó a principios del siglo VI DC una de las leyendas más famosas conocida, que ha sido tema de cuentos, poemas, historias e incluso se ha llevado al cine varias veces.

 

En Winchester, entre Londres y Southampton: en su momento, sede de la Corona Inglesa, se gestó la leyenda de la famosa y legendaria “Mesa Redonda”. Allí hay una mesa redonda que fue construida como la original, según se dice, y tiene grabados los nombres de los Caballeros más conocidos que acompañaban a Arturo, figura legendaria británico-romana. La mesa era redonda para indicar que todos eran iguales. Algunos nombres de los caballeros son muy conocidos como Lancelot o Gallagard, así como la legendaria espada de Arturo: Excalibur. Su espada, un símbolo de poder legítimo

 

Arturo pudo haber existido desde un punto de vista histórico: Hay teorías que era un general romano. Otra, un rey de Gales (personaje histórico real) Rey Riothamus un seudónimo que significaba rey supremo. Otra decía que era el hombre-oso, asociado a una historia galesa.

La realidad es que Romanos y Normandos habían invadido la que luego fue Inglaterra Británica-romana.

 

Arturo se lo representa como el monarca ideal tanto en la guerra como en la paz, pudo haber sido una persona real o, al menos, un personaje legendario basado en una persona real, perfecto como ejemplo de justicia y lealtad. Se encargó de la defensa del territorio contra los sajones. Los caballeros llegaron a ser más de 70 y el respeto se ganaba en la batalla.

 

Arturo, fundó un reinado de confianza y seguridad para sus habitantes: Camelot, que ha pasado a ser la leyenda del sitio perfecto para vivir y al mismo tiempo, él, su rey, es sinónimo de inteligencia, honor y lealtad. Se retiró posteriormente a la isla de Avalon junto con el hada

Morgana.

 

Cuenta una leyenda que aún duerme en su país natal oculto en una cueva esperando que su pueblo lo vuelva a necesitar.

 

Toda la bruma que rodea a la figura del rey Arturo, no estaría completa sin Merlín, el mago, el consejero, el hombre que lo crió, pero esa es otra leyenda.

 

Merlín comienza siendo un mago y termina siendo un alquimista, se configuró como un maestro espiritual en el mundo de los druidas. Representa al chamán, el curandero, también se lo llamó el último mago de la Atlántida.

 

Merlín estaba en una frecuencia distinta a la nuestra. Él estaba al servicio de la naturaleza, veía todo lo existente rebosante de luz. La magia acariciaba su corazón y hacía vibrar su alma con el cosmos.

 

Nuestro imaginario está invadido por el profeta y el poeta y en el mundo medieval se unían profecía y poesía. En un mundo falto de magia se valoraba mucho aquél que veía en el fuego y la oía en el agua.

 

Nunca nadie se encuentra ausente del amor. Merlín se enamoró de una mujer mucho más joven que él, pero con un alma luminosa que el mago veía. Con el tiempo se separan y sigue un difuso recuerdo de lo que fue del mago en sus últimos años en la tierra; se dice que Merlín vivía en una cueva. Ahí se sumerge en su propia oscuridad, hasta llegar a perdonarse a sí mismo ya que él también había tenido errores, y cuando sale se pierde en un bosque, y se fusiona con la naturaleza. Por eso, cuenta la leyenda, que se convirtió en un árbol.

 

Clara Molina -2020

 

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