Charla de chicas

Estaba caminando por el parque con mi querida nieta Camila Fernanda, en un día soleado de primavera, íbamos riendo,  y de vez en cuando cantando canciones roqueras, costumbre que ella tenía desde muy chica, ya que tanto su padre, o sea mi hijo, y yo compartíamos desde siempre.

De pronto ella se detuvo y me preguntó: - Abuela ¿qué querías ser de grande cuándo tenías mi edad?

-¡Ay mi niña! ¡Yo quería tantas cosas, tenía tantos sueños!

-Ah, ¿Y qué pasó? ¡Contame por favor!

-Bueno, soñaba ser azafata de aviones y viajar por el mundo. También hubiese querido ser periodista y hacer reportajes a personas importantes-

- ¡Qué lindos tus sueños ¿y por qué no los hiciste realidad?

-Querida Camilita, ésa es una larga historia que no quiero recordar, mejor contame vos que te gustaría ser cuándo seas grande. -

-Bueno, yo quiero ser cantante y ser muy famosa. -

- ¡Ojalá puedas cumplir tus sueños, mi pequeña regalona! Estudiá mucho, practicá cada día al piano, aunque sea unos pocos minutos y lo lograrás, porque sin esfuerzo los sueños no se cumplen.

Seguimos caminando. Por un momento cerré los ojos y me imaginé una niña de doce años. No permitiré que un mal recuerdo me robe estos momentos felices, me dije en silencio y empecé a cantar muy fuerte: “Nene, nene qué vas a ser cuando seas grande, estrella de rock and roll, presidente de la Nación, oh, la” canción de Miguel Mateos. Camila se unió a mi canto y sin darnos cuenta, habíamos llegado al lugar en dónde nos esperaban sus padres.

Ana María Muñoz