Tantor, el zorro                                                              

En una granja, de una zona semiárida de la pre cordillera andina, vive una niña llamada María con su hermano menor, Pedrito, y sus padres.

María y Pedrito tienen un perro mitad manto negro y mitad coli llamado Cachito. En el gallinero de la pequeña granja se encuentran las gallinas y los pollitos. Jazmín, el pollito más pequeño y miedoso, se sentía preocupado porque presiente que Tantor, el zorro feroz, se encuentra cerca.

María y Pedrito estaban jugando en el patio cuando sienten alboroto en el gallinero, corren hacia allá y encuentran a Jazmín temblando de miedo porque teme que el zorro venga a comer los huevos y los pollitos.

María tranquiliza a Jazmín y lo lleva al interior de la casa, mientras le prepara una caja con algodones para que esté más abrigado y protegido.

-¡Uy!  ¿Qué haremos? ¿Quién irá a hablar con Tantor, el zorro? –se preguntaron los niños. Cachito los oyó y decidió que él iría, y así lo hizo.

Cuando Cachito le preguntó a Tantor por qué asaltaba gallineros, éste respondió con una pregunta: -¿Cómo satisfacer mi apetito si no me gustan las verduras? ¡Ustedes tienen asegurado su sustento!-  Entonces, Cachito le propone compartir con él su alimento para que no se coma los huevos y los pollitos.

Pedrito dice: -¡Ya está solucionado el problema! Con el alimento que Cachito le comparte Tantor  tendrá satisfecho su apetito y Jazmín ya no tendrá miedo.

Así termina con empatía esta historia.

                                                                                              Estela Puebla Estrella