martes, 3 de mayo de 2022

 

¡Ay!...amores.

 

La vaquita Juana está enamorada, y para no perder la cabeza por su amigo Pepe el toro, se la golpea cada mañana contra el poste del establo, por lo que tiene muchos chichones que parecen cuernos.

Mientras tanto Pepe, el galán de nuestro cuento se divierte rompiendo corazones, correteando a las vaquitas entre los arbustos del pastizal hasta que el sol se esconde entre los cerros.

La vaquita Juana no quiere ser una más del redil, pues se sabe hermosa e inteligente, entonces se repite para sí: “No entraré en su juego, prefiero romperme la cabeza y no perderla.”

Patricia Vasquez - 2022

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