viernes, 30 de septiembre de 2022

 

NIÑO 2001               

                                  

El nuevo siglo ha parido

rio de sangre,

un oscuro niñito

cara partida,

vida hecha añicos,

que mama hambre.

 

¿Por qué te da vergüenza

que vea tus ojos?

¿No son, acaso, míos

esos despojos?

 

Un niñito que mira

siempre hacia el suelo

con vergüenza ajena,

que estira su manita

y un golpe espera

sin remontar vuelo.

 

¿A dónde vas pequeño

lleno de hambre?

¿A dónde está el discurso

que te lo calme?

 

Un niñito que hurga

asqueante masa

de basura extraña,

buscando un sobrante

para llevar a casa

y engañar su entraña.

 

¿Cómo son tus veranos

de sol ardiente,

en ese mundo raro

y maloliente?

 

Un niñito que ignora

la estadística incierta,

pero conoce heladas

en las calles desiertas,

como desierta es su alma

con esperanzas muertas.

 

Niño de negro futuro

y de búsqueda incesante,

¡Dónde estará el mendrugo

que aquiete tu hambre!

 

Niñito lleno de espanto

vacío de historia.

Niño color basura

seco de llanto

vida de escoria

bañado en lluvia.

 

¿Cuánto te debo, niño?

¿Qué estoy haciendo mal

para condenarte en vida

al basural?

 

                       Asunción Ibáñez

 

 

Agosto 2003- Un niño “ciruja” que buscaba comida en un basural de Neuquén es accidentado por una compactadora.

 

Del libro QUIMERAS, página 41 – Sexta impresiones - 2018 - Con autorización de la autora.

 

 

 

 

 

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

  Reflexión     Los seres que aman derriban barreras, acercan, escalan montañas. Los seres que odian separan, levantan murallas, no ...