Construida con un
verso aportado por cada participante.
¡OH, Señor!
El aroma del silencio
embriagaba mi sueño.
Soñé que llegaba un ángel
con una antorcha encendida,
con su cantar silencioso,
en el ecuador de mi vida.
Oteaba mi horizonte,
pidiéndole al Señor
que esa culpa del pasado
al cielo suba, abrazando la
vida,
para romper el grillete
como cristal, campanita,
inventándome el coraje
que creo que no sentía.
Rumiaba sobre el papel
la pluma del escritor,
qué cosas que me diría
que se hizo la luz
en mi mirada sombría.
Rayo de hermosa luz
aparece en el oscuro
estrecho del camino,
y el ángel en el sendero
con su risa transparente
me libera de esa cruz
en que atada me encontraba,
elevando mi pensamiento
librándome del pasado
hacia un espacio de luz.
Marta
- 2023
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