Humor
DESNUDO
Una señora estaba en el living de su casa participando de un
taller de lectura virtual, como todos los martes a la tarde.
Ya estaba familiarizada con los rostros de la mayoría de los
participantes a quienes solo conocía por las redes ya que se conectaban desde
diferentes países, cosa que le encantaba al escuchar los diferentes acentos.
Por supuesto que diferían los horarios. A la protagonista de
esta historia, que vivía en Uruguay, comenzaba la actividad a las veinte horas.
El objetivo de dicha reunión era intercambiar opiniones y
debatir sobre el libro, cuyo título había sido dado la semana anterior, para
que tuvieran tiempo de leerlo.
Observar cada rostro y sus expresiones, encerrados en esas
celdillas delatoras, le resultaba bastante entretenido.
Algunos se veían interesados en el desarrollo del taller.
Otros bostezando sin cubrirse la boca, delataban su aburrimiento. Alguno comía
unos bocados o tomaban mate o café. No faltaba el que, olvidándose que estaba
expuesto, se hurgaba la nariz. También estaban los que participaban con la
cámara apagada o aquellos con el micrófono cerrado también. Todo un mundo en
esa extraña colmena.
Después de una rápida recorrida por las imágenes, se detuvo
en una que la dejó perpleja. Se restregó los ojos, pensando que estaba viendo
visiones. Un hombre, de mediana edad, se estaba enjabonando, alegremente, bajo
la ducha. En su baño, completamente desnudo, escuchaba las voces del grupo
ignorando que su cámara estaba abierta.
Aunque ruborizada por la situación, la espectadora, no podía
quitar los ojos del accidental exhibicionista.
Inmediatamente comenzaron a llover desesperados chats
rogándole a éste que apagara su cámara, algo imposible de conseguir. Con el
agua corriendo por su cara, con el móvil a cierta distancia y sin anteojos ni
se enteró. Transcurridos unos minutos, que parecieron siglos, la imagen
desapareció.
Es de imaginar que fue difícil seguir con el debate
literario. Se intentó. Pero no recuperaron el clima creativo que, hasta ese
momento, se había conseguido.
A la testigo no se le olvidó más el nombre de esa persona,
quién se borró del grupo y de las reuniones virtuales de “El libro leído”.
Nela - 2023
No hay comentarios:
Publicar un comentario