viernes, 23 de agosto de 2024

 

Ensayo

 

El anhelo de libertad

“La mayoría de nosotros aspiramos a vivir en forma coherente con valores espirituales profundos. Sin embargo, suele ser difícil definir qué significa vida espiritual… Vivir espiritualmente “guiado” significa estar dispuesto a sentarse en el silencio, permitir que el conocimiento se haga presente, abandonar los miedos y soltar todo aquello a lo que estamos encadenados.”

Graciela Pérez Martínez

 

La vida espiritual es, aunque parezca redundante, la vida en toda su magnitud impulsada por el anhelo de libertad. Somos seres espirituales, por lo tanto nuestra vida cotidiana no puede estar separada de ello.

El cuerpo físico, las emociones, la lucha diaria para sostener la estructura que el hombre mismo creó en pos de su desarrollo está teñido de espiritualidad. Su mayor obstáculo es la necesidad de separar por un lado lo espiritual y por otro su cotidianeidad.

¿Se puede hablar de lo que es espiritual y de lo que no lo es? ¿Es espiritual que vaya a trabajar, que prepare el almuerzo, o que me ocupe en procurar para mí y los seres que me rodean una mejor calidad de vida? Son preguntas difíciles de responder considerando que para cada punto de vista hay una respuesta diferente, que depende de las experiencias vividas.

Podemos preguntarnos, eso sí, cuan expansiva es nuestra espiritualidad. Considerando que espiritualidad se puede traducir en el esfuerzo de vivir conscientemente, queda pendiente la pregunta: ¿Para qué?

El hecho de vivir consciente nos da la medida justa del aquí y el ahora. Vivir este momento como lo único que es nos hace libres. Libres de la pesada mochila del pasado que nos condiciona en la óptica con la que podemos mirar la realidad, y de la distracción del futuro.

¿Y cuál es el campo dónde podemos practicar el vivir conscientemente? Nuestra vida cotidiana. Cada instante vivido es maravilloso si podemos estar realmente presentes.

Una vida es a cada instante lo que una extensa playa es a cada granito de arena. ¿Se puede decir que un instante de lucidez, de conciencia, es liberador? Mientas más consciente, más libre; mientras más libre, más expansivo. Al romper las barreras de las limitaciones del pasado y la ilusión del futuro se nos presentan infinitas posibilidades, y simultáneamente cada célula de nuestro cuerpo está presente, se amplía nuestro estado de conciencia.

Cuando estamos en presencia, somos parte, y si somos parte, nos comprometemos. Cuando nos comprometemos con nuestra realidad se presentan constelaciones de relaciones que, siguiendo su dirección, amplían el foco de nuestra óptica.

El conocimiento expansivo de una realidad une muchas realidades, dándonos un marco referencial cada vez más amplio.

Al aliviar la gran presión de sentirnos el centro de todo, descubrimos que somos parte importante pero no única, que podemos encontrar en los otros un espejo haciendo el esfuerzo por comprender otras realidades, nos hace más dúctiles, más adaptables: amplía nuestra conciencia. Tiene que ver con el concepto de libertad.

Todo lo que el ser humano busca es ser libre.

En el campo de la medicina, todas las investigaciones y descubrimientos buscan liberarnos de las enfermedades. Desde de la tecnología buscamos automatizar más las cosas que nos ocupan, ya que tener más tiempo nos da más libertad para lograr nuestros anhelos. Desde lo psicológico buscamos liberarnos de recuerdos traumáticos y condicionamientos. En cualquier aspecto que enfoquemos, la liberación es el objetivo.

La libertad anhelada, el impulso de trascender los límites, de establecer relaciones que nos ayuden a comprender la realidad, el instante en que vivimos, es vida espiritual. Es la vida en toda su magnitud.

 

Stella Maris Olivera

 

 

 

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