Pasajes del por qué
¿Por qué tenías miedo de mi
debilidad,
a que creciera con apoyos
por demás?
Me querías fuerte en mi
andar,
para que fuera un hombre
ejemplar,
reprimiste tus ganas de
abrazar,
guardaste tus besos para dar,
te prohibiste conmigo disfrutar…
¡Si me amabas más que a ti,
papá!
Y no rompí yo mismo ese
hechizo,
ni sacudí tus entrañas con
mi amor,
para que me dieras el tuyo
sin aviso
si el amor entre los dos
siempre existió,
y estuviéramos en paz y a
mano
habríamos cumplido la
misión,
y el abrazo que dice que te
quiero
con respeto y con
admiración.
Rubén Ferrero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario