Forhøy
Sus pies en la arena
y un leve cosquilleo.
Era la mirada clavada
de los demonios más feos.
La figura resplandeciente de
alas doradas
apareció de repente
Le extendió la mano una vez
y se aferró fuertemente.
Alzado el vuelo en aquel
atardecer oscuro,
sintió el viento soplando en
sus oídos
y se preguntó
para qué se había ido.
Nubes de tormentas
aparecieron en el cielo,
miles de pequeñas gotas
cayendo al suelo.
Contempló las alas doradas,
cada vez más arriba lo
llevaban.
Se giró hacia la playa,
ahora las flores brotaban.
Sus miedos se disiparon.
Cerró los ojos,
respiró
y sintió que la paz había
llegado.
Carolina Solsona - 2020
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