jueves, 24 de diciembre de 2020

 


Teniendo como pesebre mi corazón, busco la energía más bonita que pueda generar mi espíritu, para dejar limpio el espacio y así pueda renacer tu Hijo, Amada Madre del Universo.

Mi corazón es tu posada.

Honrada de que me hayas bendecido al dejarme recibir el espíritu de Tu Hijo.

Segura estoy que mis amigos, amados seres de luz, serán los Reyes que siempre aportan su vibración mágica para que la vida sintonice con la armonía del Universo.

Que cada uno de nosotros recibamos el regalo de estar en paz con nosotros mismos.

Felices fiestas.

Luisa Rodríguez – 24 de diciembre de 2020

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