lunes, 11 de enero de 2021

 

Noche en el desierto

 

Como visitantes de otro mundo

presenciamos un ritual ancestral,

dirigido por la “guardiana del lugar”

que nos indicó formar un círculo,

y nos contó sobre las estrellas

y el Espíritu de la Tierra…

 

Mientras transcurría,

sentía que mis pies

se alargaban hacia el centro del Planeta,

me descalcé para sentir

la suave arena de ese desierto,

el más seco del planeta,

¡El desierto más desierto!

Con su potente energía me llamaba

a sentirlo y a traspasar

más allá de mis pies,

hacia lo más profundo,

y a la vez,

lo más elevado del ser.

 

Quedé como un nexo

entre el cielo y la tierra

y toda esa energía pasando a

través de mí; todo era Uno…

 

En un lugar cercano

un añejo algarrobo

nos acompañaba en silencio,

con su estampa,

orgulloso, solo,

y de él pendían frutos,

como gotas dulces

 su alimento, ofrendado, para que

pudiéramos tomarlos,

como dones,

en agradecimiento por nuestra presencia…

 

Y me invadió una comprensión:

en ese instante fuimos “dioses”

que aletargados,

habíamos sido convocados

a despertar maravillas.

 

Patricia Persia 2020

No hay comentarios:

Publicar un comentario

  Reflexión     Los seres que aman derriban barreras, acercan, escalan montañas. Los seres que odian separan, levantan murallas, no ...