Tomarse en serio la risa
En estos tiempos de la pandemia de Covid 19 que estamos
transcurriendo, más que nunca, debemos acudir a los recursos que tenemos para
sobrellevar la angustia, la tristeza y el estrés. Uno de ellos es la risa
genuina y espontánea, y todo lo que conlleva su práctica.
Sus beneficios se han difundido ampliamente por médicos,
psicólogos, sociólogos. Ha sido estudiada científicamente. Por ejemplo, en la
universidad de Lleida, España, han incluido una asignatura en medicina: “El
humor como herramienta terapéutica”.
Las numerosas investigaciones de prestigiosas universidades
hablan de cómo la risa fortalece el sistema inmunológico, mejora el estado
físico, limpia los pulmones, oxigena el cerebro, reduce el estrés y otros.
“Todos podemos notar el bienestar inmediato durante y
después de unas carcajadas -según la psicóloga Elvira Luján Illescas- Es necesario aprender a desarrollar ese sentido
del humor que nos ayude a ver el lado cómico que tiene la vida”
Es cierto que es difícil encontrarlo en medio de tantas
preocupaciones, tomados por la ansiedad, inmersos en un ritmo vertiginoso o en
el temor. Pero podemos revertir esto, creando nuevos hábitos. Buscando aquello
que nos resulte gracioso. Ver nuestra realidad con una mirada distinta
recurriendo a un nuevo sentido del humor, desdramatizando las dificultades.
Hay quienes se toman tan en serio el carcajear que, en
algunas instituciones, se practica la “Yoga de la risa”, la cual tiene cada vez
más adeptos.
En casi todos los hospitales de niños los “payamédicos”
divierten a sus pacientes, como tratamiento, para acelerar la mejoría o al
menos para sobrellevar el dolor y el miedo.
Según Wikipedia la risoterapia es “una técnica
psicoterapéutica tendente a producir beneficios mentales y emocionales por
medio de la risa. Se practican en grupo, aprovechando el contagio de persona a
persona, ya que reír en grupo no es lo mismo que hacerlo solos”.
En Mendoza, hubo un taller de risoterapia que comenzó en el
año 2008. Fue creado por Ricardo Fernández, profesor de teatro de la UNcuyo y
Sonia Spalluto, profesora de teatro. Funcionaba los días sábados, en Estudios
Alhambra, en la calle Videla Correa 143, de la Ciudad de Mendoza.
En el año 2015 se realizaron unas “Jornadas intensivas de
risoterapia y optimismo” dirigidas a público en general.
Podemos encontrar, en la literatura, grandes cantidades de
anécdotas sobre los beneficios del humor, la alegría y la diversión.
Una de ellas, que resulta destacable, es la de Norman
Cousins, crítico y editor de “Saturday Review”. A los 50 años fue diagnosticado
de spondiolitis anquilosante, una enfermedad que no tenía cura. Cousins cayó en
una gran depresión. Los médicos le recomendaron que buscara temas que lo
hicieran reír. A partir de ese consejo, decidió todos los días ver cortos del
“Gordo y el Flaco” y de “Los hermanos Marx”. Él notó que, por diez minutos de
risa, sus dolores desaparecían durante dos horas. Con este tratamiento más las
tomas de cierta cantidad de vitamina C, logró la cura de su enfermedad. Más
tarde escribiría el libro “Principios de autocuración”.
“Sin el humor, estaríamos perdidos”. Samuel Coleridge, poeta
Británico.
“El humor nos cura dela estupidez de la propia importancia”.
Rosa Montero, periodista española.
“La seriedad es el pecado original del mundo”. Oscar Wilde
“La risa es el sol que ahuyenta el invierno del rostro
humano”. Víctor Hugo
“Es muy bello callar pero reír es más bello todavía”.
Friedrich W. Nietzsche
“La raza humana tiene un arma verdaderamente eficaz: la
risa”. Mark Twain
“Encuentra el tiempo de pensar, encuentra el tiempo de
rezar, encuentra el tiempo de reír”. Madre Teresa de Calcuta.
“El día peor empleado es aquel en que no se ha reído”
Chamfort
“El día que pasa uno riendo es tiempo que pasa con los dioses”.
Proverbio japonés
“Nada debe tomarse en serio en este mundo; la verdadera
sabiduría consiste en saber reír.” Z. Harsanyi
Nela Bodoc - 2021
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