Consigna: “Mi otro yo”
Mi amiga
Según dicen las malas lenguas soy muy amorosa, simpática y
alegre, adornada por una gran paciencia.
Me gusta ser así. Pero no es mérito mío solamente, mi amiga
colabora para que así sea.
A ella le toca la peor parte, es la que dice malas palabras,
a veces en silencio mientras otras hacen temblar las paredes.
Es la que pone las quejas, por supuesto referidas a los
otros: ¡Dios mío! ¡Cómo puede ser que no entienda! ¡Qué bárbaro, qué falta de
comprensión lectora! Y no les cuento si a mí se me cae algo o se me vuelca el café…irreproducibles
sus reproches, pero bueno dejémoslo ahí.
A veces sus reclamos son en forma de ironías, cuando vamos
en el auto no perdona, dale pásalo pareces una tortuga, ¡No! No pongas el
señalero total a quien le importa para dónde vas a doblar. Y bueno somos inseparable
no la puedo dejar, las dos caras de la luna que habitan en mí.
Inseparables
Tengo una amiga
que me acompaña siempre.
Está a mí pegada,
no me pierde pisada.
Si yo lloro ella festeja,
si río ella llora.
Si no le hago caso
ella se queja.
Amiga insoportable
de mi mundo interno.
Que a veces se levanta
con el pie izquierdo.
Pero si está de buenas
salta de la cama,
conquista al mundo
y nadie le gana.
A veces es buena,
a veces es mala,
pero qué voy a hacer…
¡No me pierde pisada!
Somos como la luna
tenemos dos caras:
Una la muestra, la otra la
oculta,
una es oscura y la otra clara.
Ana
Schiavone -2022
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