Fábula
Un encuentro original
En este mundo en que vivimos no sabemos bien por qué, un día
se encontraron dos animalitos del campo.
Un conejito negro con colita de algodón blanco que era dulce
como una paleta de chocolate en pascua. Salió como todas las mañanas a buscar
verduras para su ensalada y al cerrar su puerta vio a una liebre que lloraba.
- Pequeña ¿Qué
te pasa? –le preguntó
-Señor Conejo, estoy
muy cansada, vengo desde muy lejos -y extendiendo sus patitas se tiró al
suelo para seguir llorando.
- Cuéntame qué ocurrió
–dijo el conejito.
-Vi un lobo hambriento
que venía hacia aquí y desde el monte vengo avisando a todos los animales que
se escondan pronto –respondió la liebre.
El conejito tomó a la liebre y dijo: -Entra enseguida a la casa, yo busco una lechuga y vuelvo.
Cuando el conejito volvió, la puerta estaba cerrada. -Ábreme pronto que vendrá el lobo ¡Ayúdame!
En ese momento se abrió la ventana dejando ver a un horrible
chancho de color blanco y negro que bufaba y se reía a carcajadas, mientras
decía -¡Vete de aquí conejo!
-¡Pero esta es mi casa!-
respondió el pobre conejito -¿Y la liebre?
¿Qué has hecho con ella?
-¡Eres un tonto! Una
malvada bruja me convirtió en liebre-chancho y logro engañar a todos y así me
quedo con sus pertenencias –contestó el intruso.
Entonces el conejo respondió: -A mí un hada buena me transformó en un conejo-avispa -y dicho esto
entró por la ventana y lo picó en el cuello sin que pudiera defenderse para
luego decir- Y te picaré en todas partes y
no podrás dormir ni descansar en paz.
-En ese momento la liebre-chancho abrió la puerta y salió corriendo
todo lo que podían sus patas. Seguramente lo pensaría bien antes de
aprovecharse de otro.
Mirta Fernández - 2022
Moraleja: Todos
tenemos nuestro lado bueno y otro no tanto, habría que conocernos un poco más
para descubrir a cuál le damos vida.
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