El cuento: parte de una situación
inicial, surge un conflicto que, en el desenlace final, se resuelve.
Orgullo
Doña Rita era una dulce ancianita que vivía en una chacra bastante alejada de la ciudad.
A ella le
gustaba mucho su huerta y su jardín, también le encantaba cocinar, la cocina
era su lugar predilecto adónde no podían entrar los demás miembros de la
familia sin su consentimiento, pues allí ella era reina y señora, y en sus
ratos de ocio se sentaba en su sillón predilecto, escuchando música y tejiendo.
Un día, al
retomar su tejido para entretenerse, puesto que afuera llovía a cántaros y no
podía ir a labrar su huertita, vio que había cometido algunos errores, que eran
muy evidentes y deslucían totalmente su trabajo.
Largo rato
se quedó cavilando sobre el tema y tomó una decisión: iría al oculista. Aunque
iría sola, sin decirle nada a su esposo y sus hijos para no dar el brazo a
torcer, pues ellos le habían insistido infinidad de veces que hiciera esa
consulta para que le recetaran anteojos que le
ayudaran con sus tareas mejorando su visión.
A la mañana
siguiente salió temprano rumbo a la ruta para tomar el colectivo que la
llevaría a la ciudad, pero ella nunca había hecho ese trayecto sola a pie, por
lo que se sintió invadida por un gran temor.
Había
caminado un largo rato cuando encontró a un joven vecino que le aconsejó que no
siguiera por esa senda pues había mucho barro de la lluvia del día anterior.
Su orgullo
no le permitía obedecer ni aceptar consejos, pues siempre se había valido por
sí misma cuando era más joven, así que siguió por el sendero y fue a dar en
medio de un charco de lodo que no había visto.
Angustiada
se echó a llorar. Y entre las lágrimas vio que un tractor se aproximaba. En él
venía su hijo menor. Venía a buscarla porque su vecino, el joven que antes
encontrara, le había avisado de su situación.
¡Vengo a
buscarte mamá! –dijo su hijo con dulzura- iremos a casa a que te cambies de
calzado y te laves los pies y luego te llevaré en la camioneta a la ciudad.
El tiempo nos invita a aceptar los
cambios.
Asumi – 2023
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