Soneto
La verde
ofrenda
El viejo marco dejado allá en el
bosque,
aquella luz que se vislumbra,
brilla,
y al verde despierta su total
maravilla.
Inunda de frescura con su toque.
Ve el árbol de lianas el
enrosque,
la gota de rocío se desliza,
sencilla,
adornando la flor por la orilla.
Reclama al duende a que la magia
invoque.
Muestra el antiguo espejo tanta
ofrenda,
desplegando plena exuberancia,
dada al extraviado caminante.
Para que, al fin, encuentre la
húmeda senda,
empapada de verdosas fragancias
de silvestre belleza
desbordante.
Nela Bodoc - 2021
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