miércoles, 2 de agosto de 2023

 

 

 

            APRENDIZAJE


Una forma de demostrar amor hacia nuestros semejantes es cuidar nuestro entorno.

Las pequeñas acciones ecológicas unidas a las de otras personas pueden hacer la diferencia para preservar a nuestra gran casa llamada Planeta Tierra.

La flor que puse en el centro de mi corazón, es una muy pequeña de color azul y que se presenta en forma de racimo. Crece en La Patagonia, en medio de la más cruda adversidad y me impresiona su gran resistencia y su forma unida a muchas otras, que me inspiran hermandad.

El cambio siempre empieza desde el centro de mi ser y de forma casi insignificante; pero la fuerza radica en la unión, tal como me lo enseñó esa bella y pequeñísima flor llamada “No me olvides” que ante una rosa colombiana tal vez no luzca maravillosa y pase desapercibida; pero que a mí me dejó una reflexión para toda la vida de amor y hermandad. De fortaleza, energía y vitalidad.

                                                               Ana María Muñoz – 2023



 

 

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