miércoles, 25 de septiembre de 2024

 


Fantasía

 

La reina de las hadas.

Llegó un ser desconocido, un ser trasparente de luz azul que emanaba estrellitas diminutas. Entró por mi ventana, descorrió su velo y sonrió. ¡Nunca había visto una sonrisa tan dulce y hermosa!

Me habló y dijo: “Tienes una tarea especial, durante 24 horas harás que reine la amistad entre los jóvenes del mundo”; y como tragada por el espejo desapareció tras él.

Inmediatamente, me zambullí en el mundo sin retorno de la fantasía guiada, por genios traviesos dotados de un inagotable entusiasmo por llegar a los jóvenes. Yo misma era casi trasparente y volaba con ellos.

Era de noche, afuera los grillos y el canto de un búho, en el horizonte la luz de la luna alumbrando a rayas precisas los grupos de jóvenes.

Rogué y pedí a todos los dioses de la Tierra que uno por uno me ayudara a esparcir alegría, ganas de vivir en paz, amor, amistad, el sentimiento tan perfecto que existe entre los seres del Planeta.

“¡Ayúdalos, Señora de los Sueños y la Esperanza, y protégelos del dolor! ¡Hazlos invisibles a los ojos de los malos y celosos! ¡Que no haya envidia! Sé que la dicha es frágil como alas de mariposas. Déjame acariciar sus frentes jóvenes y dejarles polvos de estrellas en sus miradas luminosas”

Era una tarea suave y dulce, igual a cuando llueve en el jardín y el agua es mansa, y se divierte imitando en las hojas la danza de los duendes.

Sin temor y sin apuro, mi ser recorría el aire intacto, limpio como una melodía cuando vibra entre las cañas.

Todos juntos, genios, duendes dioses y yo, como hada trasparente con alas, recorrimos el mundo y sembrábamos paz.

¡Qué caudal de amor que corre por la inmensa anchura del cielo! ¡Qué vuelo el del alma que transita por la amistad!

Agradecí al hada la tarea y desperté en mi cama cansada y feliz.

¡Si pudieras ver la suave mirada con lágrimas tibias que inundaban mis ojos!

 

Clara Molina- 2024



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