miércoles, 30 de septiembre de 2020

 

¡Me quedé con ganas de comerlo!

 

Dormía mi hermana Claudia con su cama pegada a la mía y su brazo de alguna manera había quedado apoyado cerca de mi rostro.

 

En mis sueños yo estaba fascinada y a punto de comerme un sándwich de mortadela, aquellos que eran de mi debilidad y que hasta en los sueños veía. En el momento justo de morder mi sándwich y hasta poder sentir su sabor, me despertó abruptamente el grito inesperado de Claudia, que estaba viendo que su mano sería devorada tan decididamente por mis fauces.

 

Fue un despertar que nunca olvidaremos.

 

                                                                       Alejandra Putalivo  -  2020

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