En el ocaso de mi vida se cumple una
ilusión
Es ésta:
Soy Sanluiseña, mi infancia y mi
adolescencia transcurrieron entre las tranquilas calles puntanas y mis estudios
en la Escuela Normal, donde me recibí de maestra y también allí me inicié en la
docencia.
La vida me alejó de mi provincia y me
radiqué hace ya muchos años en Mendoza -ambas bellas y acogedoras- aunque de
distintas características; seguí en la docencia en Mendoza.
A veces me escapo de esa
concentración y vuelco mis pobres habilidades en forma mezquina, colman mi
entusiasmo y mi sensibilidad; quizás no gustará esto, posiblemente pasa la raya
de lo actual, pero a mí me llena de benéfico consuelo, al expresar sentires
míos; lamento no hacerlo mejor. Ojalá los que se tomen la molestia de leerlos
lo comprendan.
Eduqué a mis tres hijos, Cristina,
Alberto y Ricardo, pensando y deseando que fueran lo mejor, lo conseguí en la
medida que son nobles, muy nobles, trabajadores, correctos.
Formaron sus hogares, me regalaron
seis hermosos nietos; para ellos y sus familias dedico estas líneas, sé que no
soy muy expresiva, la vida me hizo algo dura por fuera, pero tengo un inmenso y
profundo amor, y aunque no tengo la capacidad de hacerles llegar mis
sentimientos son así y allí están, por ellos y para ellos.
Gracias, muchas gracias.
Lidia Gastaldi
Desde hoy te acompaña tu querido hijo Alberto, alli donde estés.
ResponderEliminarMuchas gracias querida amiga del alma.
EliminarBeatriz