Soneto
ZONDA
Como un
fantasma con un mandato esencial
Un mandato
fuerte, inclaudicable e invisible,
precediendo al frío, haciéndolo
posible,
convirtiendo a Cuyo en su ámbito
espacial.
En ahogado abrazo nos lleva a la
locura
anulando la razón,
transformándola en un peso
sometiendo nuestra mente al
capricho obseso
de sabernos perdedores de
elegancia y de cordura.
Con violentas ráfagas
polvorientas y calientes
que alimentas en los cuerpos
agonías ardientes,
fuerzas escasas y pensamientos
ociosos.
Remolinos de hojas que nos llena
de acosos,
necesidad de respiro que se
vuelve imperioso,
de ese río asfixiante de cálida
vertiente
No hay comentarios:
Publicar un comentario