El caso
Era un día caluroso, un día sábado por la tarde más o menos
a las 16:00, decidí salir con mi madre a dar una vuelta por la plaza de mi
pueblo, con la intención de distraerla. Estábamos conversando de cómo le había
ido en la mañana en casa de mi hermana, cuando vimos que salió un perro a toda velocidad de una de
las casas. Más adelante de nosotras estaban caminando dos niños, que pienso que
tenían más o menos entre 8 y 10 años de edad.
Nos quedamos congeladas, esperando lo peor de la acción del
perro, ya que era grande, de color café, y parecía que estaba fuera de control,
se veía muy enojado, podríamos asegurar que se trataba de un pitbull, de esas
razas peligrosas, que está prohibido que circulen por las calles sin correa,
por su cambio de temperamento .
En eso que nos quedamos quietas por el miedo que nos dio,
recuperamos el aliento al ver que no era agresivo y que más bien era un perro
dócil y se mostraba muy cariñoso con los niños, nos pareció que los niños
también se habían asustado al ver que el perro se acercó a toda prisa hacia
ellos.
Basilia
Arenas
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