martes, 19 de octubre de 2021

 

Leyenda        

 

Leyenda del muñeco de nieve

 

Cuenta la leyenda que hace muchísimos años, en el norte de los Estados Unidos, vivía un hombre de baja estatura y algo subido de peso que se llamaba Milost (“Gracia” en Checo), dueño de una gran caramelera, y que visitaba a los niños en Navidad repartiéndoles un canasto con caramelos y paletas. Junto con tan bello regalo, los niños eran bendecidos con algún cuento que él mismo inventaba. Ellos, encantados con tanto regalo, lo esperaban cada año para que les bendijera en las fiestas.

 

Durante muchos años los visitó a ellos,  y cuando estos crecieron, a sus hijos. Un año Milost no apareció más. Lo buscaron extrañados y se preguntaban dónde estaría. Recorrieron parques, plazas, cafés, y encontraron cerca de donde vivía, un muñeco de nieve muy parecido a él. Se dieron cuenta que Milost había partido dejándoles el honor de continuar con su ritual.

 

Después de ello, los niños creaban la escultura con nieve, cada uno en sus casas, invocando sus caramelos y sus cuentos, por tan amable gesto, y desde entonces es símbolo de buena suerte en todos los países donde nieva en las ciudades.

 

Gabriela Medawar -  2020.

 

 

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