viernes, 3 de marzo de 2023

 

Pobre diablo

Anochecía. Amílcar caminaba por el borde del macadán cuidándose de los vehículos que pasaban por su lado a gran velocidad.

De pronto, sin saber de dónde apareció, un par de pequeños brazos se ciñeron sobre sus piernas con fuerza, impidiéndole seguir su camino, y casi perdiendo el equilibrio.

Cuando pudo controlar su conmoción un poco, y la sangre volvió a irrigar su cerebro, miró hacia abajo y vio dos enormes ojos negros enmarcados en un par de globos blancos, y a unos centímetros debajo de ellos una corrida de dientes blanquísimos contenidos en un gesto de terror. Tal fue el susto de Amílcar que no pudo ni siquiera gritar.

De pronto aquella extraña aparición que lo había sujetado comenzó a gemir y llorisquear con tal desasosiego que el pobre caminante solo atinaba a persignarse y encomendarse a todos los santos.

Afortunadamente apareció en la ruta un camión que marchaba lentamente a causa de su carga excesiva que iluminó por algunos minutos la escena. Así pudo ver que lo que le sujetaba con tanta fuerza era un niño de unos cinco años, de piel oscura que gemía asustado y aterido de frío, con su pancita vacía.

El niño contó que se llamaba Roberto, que su padrastro lo había arrojado de su casa y le había prohibido regresar. Que nadie quería auxiliarlo porque era negro y los lugareños asociaban su color y sus gemidos con el diablo.

-“Pobre Diablo –dijo Amílcar- no tengas miedo, yo vivo solo y desde ahora vas a ser mi familia y yo voy a ser la tuya”

Lo cargó en brazos y lo llevó a su chacrita donde el niño comió y durmió después de vaya a saber uno cuánto tiempo. Despertó más calmado y en unos días ya comenzó a sonreír confiado.

Después de una larga charla en que ambos llegaron a un acuerdo, pintaron un cartel sobre una tabla y la colocaron en la tranquera de entrada de la chacra. Decía: “Chacra Pobre Diablo. De Amílcar y Roberto”,  y así la conocen todos desde entonces, aunque uno es un anciano y el otro un hombre respetable que le dio nietos y amor filial.

                                                               Ami - 2017

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