viernes, 28 de abril de 2023

 

Lo que me heredaron mis antepasados.

 

HERENCIA DE MI ABUELA

 

Mi abuela materna, doña Angelina Armstrong, era una mujer extremadamente ruda y recta.

Pocas veces la vi sonreír; pero sí la escuchaba en un melodioso recitado de sus propias palabras y siempre relacionado a la actividad que estaba realizando.

Tenía un huerto bellísimo al cual íbamos a buscar verdura para hacer el almuerzo y también tenía un jardín tan lindo que creo que no he vuelto a contemplar otro igual.

De niña le temía, pero al pasar los años fui comprendiendo el porqué de su mal carácter, que en realidad era una profunda tristeza clavada en su ser.

Siendo muy joven, perdió a varios de sus hijos en forma trágica y eso la marcó para siempre. Su niña Hita, la mayor, luego su hermoso adolescente Alberto y al poco tiempo el gracioso y risueño Oscar. Yo no había nacido cuando la tragedia se instaló en casa de mi abuela, pero si recuerdo cuando mi tío Juan se quitó la vida. Eso la derrumbó.

No puedo comprender cómo es que se repuso y volvió a sus tareas, ella daba pensión a los empleados del ferrocarril.

No sé cómo pudo soportar tanto dolor y seguir con su vida después de tanta desgracia, creo que yo heredé su fortaleza, su templanza para enfrentar cada embate de la vida y salir airosa, era una mujer agradecida a pesar de todo y yo también lo soy.

Tengo muchos recuerdos de ella y lo que más tengo presente es su aguda voz entonando canciones que se inventaba y su cabello largo y blanco que desde que era una niña fue así.

Conservo un broche muy bello de plata y rubíes que ella le dio a mi madre y que mi madre me legó, además un vaso de vidrio muy grande tallado con su nombre y el año de mi nacimiento: 1953.

Mi padre quiso que mi nombre fuera Sofía Angelina, el nombre de mis dos abuelas, pero mamá dijo NO, así que no pude heredar su nombre.

 

                                                                              Ana María Muñoz – 2023

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

  Reflexión     Los seres que aman derriban barreras, acercan, escalan montañas. Los seres que odian separan, levantan murallas, no ...