Soneto
UN ESPEJO CUALQUIERA
El marco viejo dejado allá en el
bosque
naciendo cual intrépido
resplandor,
y aunque los árboles meneen su
candor,
nada detiene al joven
guardabosque.
¿Rara escalera lleva a un
embosque?
¿Tal vez sea una trampa para
algún cazador?
Mejor busco un potente velador,
porque no me gusta nada este gran
enrosque.
La estúpida espesura de los
árboles,
no deja verme en el espejo,
por eso voy a asesinar a esas
especies.
Y en su lugar cosecharé muchas
coles,
o bien dejar libre y jugar al
tejo.
Y a ti te digo: al espejo no
desprecies.
Adriana Brescia - 2021
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