Soneto
DESENGAÑO
Recuerda
mi alma tu apariencia dulce,
mi
corazón aun regurgita su dolor,
angustiado
y torturado por tu amor,
como
una estrella que sin vida luce.
Oleadas
de rencores y muertes en el cruce,
la
enorme fuerza que rememora tu calor,
mi
boca experimenta nuevamente tu sabor
y
el sentimiento que al expresártelo puse.
Recelo
que amarga tardíamente tu partida,
al
mostrarme tu fría capacidad de ser ingrata,
derramando
con indiferencia tu veneno.
Aquel
que sembraste ampliamente con tu huida,
ahogándome
como hiedra que abraza y mata,
destruyendo
en mí todo sentimiento bueno.
Asunción Ibáñez – 2005
No hay comentarios:
Publicar un comentario