Cuento fantástico.
SORPRESAS EN
EL BOSQUE
Allá lejos, dónde la vista se pierde había un bosque
misterioso llamado de Los Hinojos, se decían muchas cosas de él, que allí
habitaban toda clase de seres vivos, que la flora del lugar era fantástica y
tenía una particularidad, allí todo era de color anaranjado.
También la fauna de ése lugar era muy rara, todos los
insectos, aves y animales que allí vivían, eran de color morado. Por lo menos
eso es lo que la gente comentaba.
Cuando el intrépido Pablo se fue de campamento con un grupo
de amigos, quiso llegar hasta el bosque, ya que recordaba que su abuelo contaba
muchas historias de ése extraño lugar.
-Algún día conoceré
ése bosque- pensaba a menudo.
Éste inquieto adolescente esperó que sus amigos estuvieran
afanados armando la carpa y salió sigilosamente y a paso firme con rumbo
incierto por ver si encontraba el bosque de Los hinojos. Caminó largo tiempo,
cruzó arroyos y pantanos sin encontrar ni una señal que pudiera guiarlo, estaba
muy cansado, entonces decidió descansar antes de seguir la búsqueda. En eso
estaba cuando apareció un perrito morado. Entre confuso y asustado le preguntó:
-¿Cómo te llamas? - a lo que él respondió:
-Hola amigo Pablo, yo soy Brito y te guiaré al lugar que
estás buscando- ¡El chico se quedó boquiabierto! ¡Un perro morado y que además
habla!
Esperemos a mi amiga Luly y nos vamos todos juntos al bosque.
Cuando la niña llegó, la sorpresa de Pablo fue aún mayor, era tan, pero tan
pequeña que podría alzarla con un solo dedo. -Hola Pablo, vamos andando- dijo
la chica.
Caminaron algunos minutos y de pronto apareció una lechuza
morada que dijo sería la guía de la expedición. Siguieron un poco más y
apareció ante ellos el Bosque.
Los árboles taparon el cielo, eran anaranjados, las plantas
tenían grandes flores anaranjadas. Cuando la lechuza se detuvo les dijo:
“Esperen aquí, yo les presentaré a los habitantes de nuestro bosque” entonces
ella gritó: ¡Ya está aquí la visita, venid ahora!
Iban apareciendo aves, insectos, animales grandes y chicos.
Todos de color morado.
Pablo sintió miedo y le dijo al perrito Brito y a Luly que
quería regresar con sus amigos.
-Querido amigo, todo el que visita el bosque, se queda por
siempre a vivir con nosotros, así que eres bienvenido- dijo Luly. Pablo se
desmayó.
Cuando despertó dio un grito: -¡Oh, no! ¿Por qué mis manos y
mis pies están morados?
Ana María Muñoz Vega – 2024
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