EMOCIONES Y SENTIMIENTOS

 

Arrodillada frente a la Luna, así a la Madre le cuento mi dolor…

¡Oh! ¡Madre Santa, no quiero tener de espejo el mundo que está en guerra y con hambre, donde siento el dolor que corre por las noches y los ríos!

Estoy cansada de suspiros, de ausencias y de lágrimas.

Déjame, Madre, mirar la risa de los jóvenes, su alegría y esperanza que penetren en mi alma.

Si se van, bendigamos esos barcos, nunca sabremos qué labios besaron y dijeron adiós; pero sí sentiremos que no podemos retenerlos.

Mis labios y mi corazón repiten oraciones que se las lleva el viento.

Nadie sabe quién canta conmigo, quizás el otoño, la noche o tu amor, Madre.

Acepto el destino y las ausencias. Lo que el tiempo mató no resucita, y suspiro pero no con dolor.

Comprendo que me transformo en otro ser, que Dios puso en mi mano el pan, el aire, y las ramas de los pinos, su perfume y su color; y bebo con esperanza de una copa que tal vez guarde una divina palabra que te nombre.

 

Clara Molina - 2024