miércoles, 16 de octubre de 2024

 

 fantasía

                     

Eolina, el hada el hada del viento

 

Soy Eloína, el hada del viento, y las hadas mayores me dieron una misión a cumplir durante veinticuatro horas. Se trata de ayudar a los árboles a soltar sus hojas.

Lamento que mi tarea sea obligatoria solo por un día, porque me encanta realizarla. Quisiera que durara todo el otoño.

Soy una pariente, muy lejana, de Eolo, el dios del viento. Este asunto de los dioses me aburre un poco. Yo prefiero el mundo de las hadas. Somos más populares entre los niños, aunque entre algunos adultos también. Por algo estamos presentes en casi todos los cuentos.

Si me tuviera que describir, les diría que soy como una nube celeste, alargada, etérea y translucida. No tengo una forma definida, cambio todo el tiempo, según la necesidad.

Como toda hada que se precia uso un larguísimo y hermoso vestido de tul, ligero como yo. Su cola se pierde en el horizonte. Llama la atención de las otras hadas. Creo que, algunas, me tienen envidia.

Necesito acumular energía para soplar, soplar, soplar. Me alimento de la atmósfera, especialmente los días que corre más viento.

Soy muy liviana, casi no tengo peso y me deslizo ágilmente, ayudada por alguna corriente amistosa, entre las amarillentas copas de los árboles.

Desnudarlos me resulta muy divertido. Pero a veces es difícil ver que, algunos de ellos, se quedan muy tristes, aunque saben que no pueden escapar al ciclo de las estaciones.

Esta tarea no siempre es fácil, algunas hojas que están muy prendidas, requieren un esfuerzo mayor.

Cuando estoy cansada, me siento sobre una rama y converso con mis doradas amigas, que, cuanto más ajadas son, más amistosas se ponen. La mayoría están felices de que las libere y las lleve montadas sobre mi varita, a volar lejos, bien lejos.

Otras prefieren caer cerca y amontonarse alrededor del árbol para qué, en el transcurso del tiempo, se transformen en abono. Según ellas, esto, les da mayor trascendencia.

Terminé la jornada. Cumplí con la misión. Me pregunto si no tendré otra, hasta el próximo otoño.

Fin

 

Nela Bodoc – 2024 



 

 

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