viernes, 26 de junio de 2020


AFORISMOS


-Quien cree que ya no puede aprender nada más, seguro que lo logra.

-Un obeso es quien más sabe de dietas, lo que no lo hace adelgazar.

-Para manipular al prójimo es necesario retacear la verdad.

-La información nos invade por todos los medios, transformándonos en conocedores cada vez más alejados de la sabiduría.

-El respeto en la amistad es como una copa de cristal, una vez rota nada logra dejarla igual que antes.

-Si publicas tus ideas no generalices, puede que yo no me sienta representado.



miércoles, 17 de junio de 2020

                                     

 

                                 

                                  

                                       “EN BUSCA DE SENTIDO”

 

 

Vivo, busco, rompo esquemas,

y comprendo el simple hecho de vivir;

abro los ojos, despierto mis sentidos,

aunque mi existencia se vea oscura y enigmática.

 

 

                                                   Gabriela

 

jueves, 11 de junio de 2020

“El que domina y mira el valle”

 

Milenios,  tiempos que corrían en las galaxias y los elementales del planeta Tierra no conseguían armonía en las tareas que cada uno debía realizar. El viento era el más indisciplinado, de pronto se convertía en una brisa fresca y  luego  con una fuerza indomable no dejaba  que las nubes  llevaran su frescura en lluvia tranquila y refrescante  a las tierras donde la vegetación recién comenzaba a manifestarse. El fuego salía de las entrañas de la tierra comiendo con sus llamas y  arrasando a su paso lo que  encontraba. Todo era caos.
Era el momento de poner equilibrio y un poco de paz.
En ese preciso momento un gran silencio cubrió el ambiente y  apareció  la Madre Tierra, Pachamama, como la llamaron años más tarde  los originarios de todo un continente, para ordenar los valles, las montañas que tendrían que sostener los glaciares y los lagos para las futuras plantaciones. Tenía que armonizar a los cuatro elementos: Vayú  (El viento), Urix (El fuego) Acpias (El agua) y Buhmi  (La tierra).
Comenzó  Vayú con energía potente a retirar las aguas y formar los océanos,  dándoles límites hasta donde podían ser sus costas.
Las enormes rocas y las piedras, junto con minerales y fósiles  empezaron a agruparse en distintas formas, picos y montes, marcando un cordón con alturas imponentes donde la nieve se acumularía eternamente, fue por el trabajo  de Buhmi.
Alimentados por Acpias aparecían ríos y cristalinos arroyos, indispensable alimento para los seres vivientes: animales, plantas y seres humanos.
Mientras esto sucedía Urix no sabía qué misión tendría .Él sabía de lo necesario que era con su energía, pero también las destrucciones que podía causar ¿Cómo controlar toda esa fuerza ígnea que surgía de las entrañas de la Madre Tierra?
Pachamama hizo un llamado misterioso, el fuego imponente de Urix rugió desde el interior de la tierra surgiendo  un enorme volcán de más de 6000 metros de altura con una forma piramidal  que  reinaba majestuosamente en un lejano espacio entre picos nevados. Todos los elementales dijeron a viva voz: “El que domina  y mira el valle”.
Pachamama exclamó: ¡Tupungato será su nombre!   Ahí habrá  viñedos, frutales y  grandes plantaciones,  los seres humanos construirán ciudades observando y respetando siempre al Tupungato.  Mirador y dominador de  esas tierras.

 

                                                                                                     Helena Benenati-2013
Referencias:
En idioma originario  Tupungato: El  que  domina y mira  el  valle.
Vayú: Enciclopedia  Wikipedia. Acpias: Diccionario Esotérico-Zaniah. Buhmi: Enciclopedia  Wikipedia. Urix : Información  Esotérica

 

lunes, 8 de junio de 2020

                                                 

MI NEGRITO

Mi negrito en su cuna

Come muchas aceitunas

Mirando la blanca luna.

 

Mi negrito dice “papa”

Y grita por la batata

Jugando con su maraca.

 

Mi negrito saca un pie

Para que cante en inglés

Y con ello lo acuné.

 

Mi negrito chiquitito,

Mira muchos dibujitos

¡Sólo tiene dos añitos!

 

Mi negrito es un bombón

Tierno, suave, de algodón,

Tan hermoso y picarón

¡Que me roba el corazón!

 

Estrella - 2013

miércoles, 3 de junio de 2020




VIENTO BRUJO

            Había una vez un pueblo muy lejano, con pocos habitantes pero con muchísimos árboles. Esos árboles reponían sus hojas permanentemente gracias a un viento fuerte, fuertísimo, que soplaba con tanta energía que hacía doblar los árboles y arrasándole sus hojas; y así soplando y soplando se llevaba también las hojas del piso.

            Pero un día comenzó a llover. Llovió y llovió incesantemente durante treinta días con sus treinta noches, sin cesar.

            Las hojas se pusieron tan pesadas con el agua en su superficie que comenzaron a caer y caer, y con sus variados colores parecían papel picado, y el suelo, cual alfombra multicolor cambiaba sus motivos a cada momento, pero ¿quién se llevaría esta vez las hojas del piso, si el viento brujo no soplaba cuándo llovía?

            Debieron llamar a todos los barrenderos de las cercanías, quienes vistiendo sus trajes impermeables juntaron todas las hojas del suelo.

            Cuando cesó la lluvia, los árboles rebrotaron pero en lugar de hojas nacían pajaritos multicolores. Eran tantos, tantos, tantos, que esta vez era el cielo el que parecía una alfombra, cambiando los motivos de su trama como tejido por manos angelicales.

            Este cuento fue contado de padres a hijos como si fuese una leyenda y hoy, cada vez que llueve en ese pueblo muy lejano, sus habitantes miran al cielo e imaginan que se formará una alfombra multicolor tejida por los ángeles.

 

Mildred - 2016


lunes, 1 de junio de 2020

 Dos vecinas confidentes

La señora Pichona entra al negocio de quiniela que atiende la señora Juana.

¡Hola! ¿Cómo está, Pichona?

Y mire,  ¡Con este frío!

Bueno –dijo Juana-  por lo menos salió un ratito de la casa. Y agregó: -¿Quiere que le controle las boletas, y se las repita?

Usted sabe, mi hermana se enojó porque no voy a visitarla  -Comentó Pichona como si no la hubiera escuchado.

Dígame Pichona, ¿Le repito las boletas? - insistió Juana

Y ayer fui al médico, ¡Me salvé de la mochila de oxigeno! –agregó indiferente a la pregunta de su amiga.

Mire, Pichona,  ya le repetí  todo igual. –agregó la comerciante

 Y Pichona continuó sin preocuparse por lo que le decía su amiga: -Entonces me hicieron unas pruebas de esfuerzo.

Pichona, acá tiene un premio chico de siete pesos.

Bueno señora, está bien, ¿Cuánto le debo?

Son doce pesos, Pichona.

Y Pichona siguió con su monólogo -Mi hijo se enoja porque salgo y porque gasto. ¡Y él es tan bueno! Gracias a Dios se fue la esposa de la casa, ¡no sabe, señora, lo que era esa mujer! Los tenía locos a mi hijo y a mi nieto. Yo ahora les hago la comida a los dos, antes no, me la pasaba en mi pieza y eso que la casa es mía. Usted no sabe todo lo que he pasado con ella, pero ya estoy más tranquila, y mi nieto también, ¡Pobrecito! ¡Es tan bueno!

JANET - 2013


  Reflexiones                                                                                                           CAMINO       ESPIRIT...