El instante perfecto
Era una de esas tardes iluminadas de primavera, salió de su casa, un alud de sensaciones inundó sus sentidos casi hasta adormecerlos, su pensamiento se desbocaba en fantasías de colores.
La abrumadora expresión de la vida latía en cada retoño apretado, verde, brillante, en cada flor, en cada pájaro danzando en el aire.
Todo
componía una gran obra de arte dinámica que se creaba a sí misma una y otra vez
sin poder tan siquiera vislumbrar su culminación. En ese instante tuvo la
osadía de ver el astro brillante, lleno de energía, la estrella diurna
generadora de toda la sinfonía; y la intensa claridad cegó sus ojos. La luz y
la oscuridad sellaron en su retina su eterna amistad.
Sella- Octubre 2020
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