CLAUSTROFOBIA
Observo una
callejuela estrecha, empinada y totalmente azul. Asciende desde donde la miro,
hacia no sé qué misterio.
Está
adornada con macetas colgantes, llenas de plantas unas pequeñas, otras más
grandes. Denotan poco cuidado, parecen carecer de vitalidad, descoloridas. El
color de los edificios, el sendero de escalones altos, me recuerda aquellos cubitos
de azul para la ropa que usaba mi madre para blanquearla. Por el costado
derecho hay una especie de escalera blanca, muy común, con peldaños de caño
redondo, recostada sobre todo el largo de la escalera azul.
Hacia el
final observo algo semejante a un arco, parece la entrada a una casa o a otro
espacio. Y más hacia el fondo, detrás del arco, una construcción blanca.
Siguiendo por la callejuela, al llegar al arco, parece girar hacia la
izquierda. No se asemeja a nada que haya visto, o eso creo. No recuerdo puertas
ni ventanas, salvo la arcada.
Mirar esta
imagen me provoca sensación de encierro, una especie de atrapada sin salida: ahogo,
angustia. Me desagrada mirarla, no quiero de ningún modo explorarla, subir por
ella. Temo lo que pueda encontrar escondido al girar hacia la izquierda. Es
como si fuese una imagen falsa, una creación de no sé qué hado maligno para
engañar, para atrapar distraídos. Deseo escapar de ahí, encontrar una salida.
Quiero
llegar a espacios abiertos, aire, sol, gente común, animales de cualquier tipo.
Una imagen normal de la vida cotidiana, no esa que parece onírica, muerta ¿A
qué le tengo miedo? Son miedos de adentro que han podido proyectarse en una
imagen neutra. No los reconozco. Muchas veces mis pesadillas me encierran en
callejuelas estrechas y oscuras. ¿Serán del pasado, o del futuro? ¿O solo serán
meros laberintos de una mente cansada y triste por tantos errores y pérdidas?
Teresa Columna - 2020
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