Metáforas
A tiempo
El niño iba aferrado a la mano de su hermana como los
zarcillos del parral de su patio.
Estaba atemorizado por la tormenta que se avecinaba. Los
truenos parecían cientos de carros tirados por oscuros caballos, atravesando el
cielo.
El pobrecito estaba más asustado que un gato que se refugia
de una lluvia torrencial. Venían de hacer las compras que se les habían
encomendado, más cargados que carrito de supermercado a principio de mes.
La madre los esperaba, vigilante e impaciente, parada en la
puerta como guardia de palacio. Es brava. Los tiene cortitos como esperanza de
pobre.
Por suerte, llegaron justo a tiempo pues se descargó el agua
con la furia del diluvio universal.
Nela Bodoc - 2021
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