Escribir
Sabemos escribir, de hecho la mayoría de
las personas pueden hacerlo, la situación es cómo lo hacemos. Pero de ahí a que
logremos un texto simple, que contenga lo que queremos expresar puede ser un
desafío.
Lograr transmitir una idea con suficiente
claridad requiere:
-
práctica
-
método
-
investigación
-
esfuerzo
-
cariño por el tema.
Necesitamos:
-ordenar las
ideas
-priorizar los
términos
-buscar en la
memoria
-verificar
datos si fuera necesario
-comprobar
ortografía y gramática
No podemos escribir sobre lo que no
conocemos. Un recuerdo, una anécdota familiar, el trozo de una conversación o
ver un bello paisaje pueden ser
disparadores para una buena historia.
No necesitamos dar explicaciones de lo
que hemos escrito. Un texto puede tener un significado para quien la escribe y
otro muy diferente que para quien la lee, y esto es lo bello.
Escribir nos permite ponernos en la piel
de otro. ¿Cómo siente un místico? ¿Cómo siente la mamá de un condenado? ¿Cómo
siente una novia frente al altar? ¿Y un niño pobre frente a la vidriera de una
juguetería?
El cuento tiene un narrador. Esto nos da la posibilidad de proyectar en él o en el
personaje todo lo que se nos cruce por la cabeza: recuerdos, mandatos, enojos,
aspectos “tapados” de la personalidad, prejuicios, etc. Escribirlos nos permite
dejar aflorar estos sentimientos, o sea: reconocerlos.
Contextualizar:
-a quién va
dirigido
-qué quiero
transmitir
-contexto en
que se desarrolla la idea,
-en qué tiempo
está situado
Taller Lápiz Creativo
No hay comentarios:
Publicar un comentario