Soneto
Divina Madre, me abro a tu
amor
y me recojo en tu sabia
enseñanza
como quien tiene una gran
añoranza
y no quiere sentir ya ningún
temor.
Tengo libros de filosofía
pero amiga soy de la vida,
a caminar ellos a mí convidan
y con alegría y gozo confían.
Tu voz más que amiga,
gracias por tu brisa y
caricia,
quizás florecer mi amor
consiga.
Con materia y energía
en la selva muy tupida
oro del saber surgiría.
Gabriela Medawar 2021
No hay comentarios:
Publicar un comentario