Día del docente
MI SEÑO
ELOISA
La de voz suave y amable
sonrisa,
la que más recuerdo a pesar del
tiempo.
La que saludaba con una caricia,
la que tanto amé.
Era yo una niña inquieta y
traviesa,
excelente alumna; pero muy
molesta,
en segundo grado, lejos de mi
hogar
ella acunaba mis días más
tristes,
con palabras dulces calmaba mi
penar.
¡Hace tantos años! Jamás volví a
verla,
será muy anciana o ya no estará.
Tal vez sea un ángel cuidando a
mi niño
en el otro plano, en la
eternidad.
Te regalo un beso y unas flores
blancas
querida maestra, como un
homenaje de gratitud
y en tu nombre a todas las que
con cariño,
cada día honran el más bello
oficio
y ponen en el aula, saber y
corazón.
Ana María Muñoz -
2023
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