Remembranzas
Un
regalo inesperado
Cumplía 15 años. Mis padres habían
organizado una fiestita en casa, estaban mis compañeras de la escuela y amigas
y amigos del barrio; y los amigos de ellos con sus parejas.
Yo feliz con mi vestido nuevo y
tacos altos ¡Qué difícil era caminar y bailar con esos zapatos!
Llegó una caja primorosa con un
moño azul, pero sin tarjeta.
Entusiasmada la abrí y ¡Era una
orquídea! La más bella orquídea que hubiera visto en mi vida (tampoco había
visto muchas flores como esa).
Estaba tan sorprendida como feliz;
las chicas me rodearon y decían cosas, probablemente imaginaban nombres de
chicos, intentando adivinar quién me la había mandado. ¡Ni idea!
Me la prendieron en el vestido y
ahí salí muy oronda a bailar el vals de los 15 con mi papá.
Fue el regalo más bello, original
y sorpresivo de ese momento.
Los momentos extraordinarios que
he vivido a lo largo de mi vida alimentan la visión que tuve a los 15 años de
un mundo en el cual todo era perfecto, feliz, amable y maravilloso.
Quince años, mis padres, la
belleza de una flor perfecta. Todo insuperable.
Clara Molina – 2023
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