refranes
EL DINERO DE LOS ÁRBOLES
“El dinero no crece en los árboles”,
me decía mi padre cuando era pequeña y le pedía dinero para golosinas… Escuché
esa frase tantas veces, que quisiera saber ahora cómo borrarla de mi mente. Se
me quedó instalada en el software de mi cabeza de tal modo, que no pude
desinstalar ese programa. A tal punto estaba arraigada esa creencia en mí, que
un día me animé a hacer un experimento.
En el jardín de casa tenía dos
ciruelos que daban las frutas más ricas que jamás he probado, y un tilo grande
y alto… Un día tuve una idea genial, era verano y yo estaba de vacaciones en la
escuela, por lo que tenía mucho tiempo libre. Yo solía hacer un zumo de
ciruelas que mi hermana adoraba porque la ayudaba a ir al baño y, además, era
muy rico. Pero ese día hice algo diferente, tomé varias docenas de ciruelas e
hice unos 20 litros de zumo, a la par que llené unas cuantas bolsitas del tilo
que recolecté de mi jardín. Con todo esto listo, armé una mesita en la vereda y
me senté…
Al lado de casa había un estudio de
televisión, por lo que solía entrar y salir gente a todas horas por las tardes
y las mañanas, por lo que contaba con eso a mi favor. Le ofrecí mis productos a
cada persona que pasaba por la puerta de casa. Ese día no vendí mucho, pero lo
suficiente como para querer intentarlo de nuevo al día siguiente. Me levanté
bien temprano, tanto que, al llegar la hora del almuerzo, estaba a los
bostezos.
- “No por mucho madrugar amanece más temprano”- Me dijo mamá
ese día, mientras mis ojos luchaban por mantenerse abiertos. Luego me tocó el
hombro. - ¿Te quedó zumo para darme un litro a mí?
-No- le contesté- Pero puedo darte un poco que me quedó de la
jarra en la que daba a probar a las personas que pasaron por la vereda.
- Bueno, dicen que en casa de herrero, cuchillo de palo-
saltó mi hermana mayor a acotar.
- A caballo regalado no se le miran los dientes - Respondí
entre sonrisas. - Lo bueno es que ya entendí el dicho de papá, vendí todo el
zumo y ahora sé que el dinero sí puede crecer en los árboles, sólo hay que
saber en cuál.
Denise Ferrero Ryan – 2024
No hay comentarios:
Publicar un comentario