UNA VISITA INESPERADA
Fue un fin
de semana de junio. Yo me encontraba bastante preocupada por un proyecto que
debía presentar unos días después. Había estado meses trabajando en ello y por
fin había llegado el momento. Mis nervios estaban bastante a tope, así que me
decidí a escuchar una música relajante por un rato, para apaciguar un poco mi
mente. Me costó bastante desprenderme del torbellino de pensamientos que
sacudían mi cabeza y, cuando lo estaba logrando, aunque entre dormida, escuché
el timbre de la puerta. Me incorporé de golpe por el susto, la verdad es que el
sonido del timbre era bastante fuerte y no esperaba visitas. Fui a la puerta
refunfuñando, y me enojé bastante al ver que, en verdad no había nadie fuera,
pensé que tal vez eran algunos chiquillos y chiquillas jugando por la vereda.
Estuve a punto de maldecirles en mi interior, pero recordé que yo solía jugar a
eso de niña. Se me dibujó una sonrisa en el rostro y pegué la vuelta hacia mi
habitación nuevamente. La verdadera sorpresa me la llevé en el camino… Al
llegar al comedor para llegar a mi cuarto, de reojo me pareció ver a alguien en
el asiento de la mesa. Cerré los ojos y los abrí tres veces ¡Había un niño de
unos 12 años sentado en mi casa! La situación fue tan extraña que me quedé
muda, como una piedra, mirándolo fijo y sin decir nada.
- ¿Qué pasa?
¿No me recuerdas?- Me preguntó con una voz serena y dulce, aunque yo continué
inmóvil, no entendía nada de lo que estaba sucediendo. - Soy Ami, Ami el niño
de las estrellas. Me conociste cuando eras una niña de unos 10 años ¿Ahora me
recuerdas?
Estuve unos
segundos sin responder, me costó reaccionar. El niño continuaba allí sentado,
con una sutil sonrisa en su rostro, vestido con un extraño traje.
- ¡No puede
ser! - Susurré - Sí te recuerdo, por supuesto que te recuerdo, tu me enseñaste
a ver la vida de otra forma cuando era pequeña. Pero… ¿Qué haces aquí?
- Pues… Vine
a verte, quería saber qué habías hecho de tu vida. Quería saber si me
recordabas, y si recordabas qué viniste a hacer a este mundo… - Me contestó el
niño con un tono un poco divertido pero a la vez serio. Me miraba fijo a los
ojos y yo volví a quedar perpleja y dura como piedra.
- ¿Recuerdas
qué viniste a hacer a este mundo?¿Recuerdas cuál es la misión que elegiste?
De repente
todo se fue volviendo borroso y oscuro, sin embargo, esas dos últimas preguntas
resonaban como un eco, una y otra vez, y yo sin respuesta alguna. Realmente no
sabía que responderle o qué responderme. Respiré de golpe como quien sale luego
de estar sumergido debajo del agua, abrí los ojos y estaba acostada en mi
habitación, escuchando aquella música que tanto me gustaba. Todo había sido un
sueño, pero había sido tan vívido que continuaba muy sorprendida. Sin embargo
sabía que no era un sueño cualquiera, aquí estaba la clave que necesitaba…
¿Cuál era la misión que había elegido? Pues así fue que lo pude recordar, el
proyecto que iba a presentar en unos días era parte de esa misión. La respuesta
salió de mi interior como un bálsamo que calmó una a una mis dudas y mis
inseguridades. Mis nervios y mi ansiedad se disiparon y me pude tranquilizar.
Volví otra vez a conectarme con lo que mi corazón quería expresar y dar a
través de ese proyecto en el que tanto había creído…
Denise Ferrero Ryan - 2024
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