miércoles, 12 de junio de 2024

 



UNA VISITA INESPERADA

 

Fue un fin de semana de junio. Yo me encontraba bastante preocupada por un proyecto que debía presentar unos días después. Había estado meses trabajando en ello y por fin había llegado el momento. Mis nervios estaban bastante a tope, así que me decidí a escuchar una música relajante por un rato, para apaciguar un poco mi mente. Me costó bastante desprenderme del torbellino de pensamientos que sacudían mi cabeza y, cuando lo estaba logrando, aunque entre dormida, escuché el timbre de la puerta. Me incorporé de golpe por el susto, la verdad es que el sonido del timbre era bastante fuerte y no esperaba visitas. Fui a la puerta refunfuñando, y me enojé bastante al ver que, en verdad no había nadie fuera, pensé que tal vez eran algunos chiquillos y chiquillas jugando por la vereda. Estuve a punto de maldecirles en mi interior, pero recordé que yo solía jugar a eso de niña. Se me dibujó una sonrisa en el rostro y pegué la vuelta hacia mi habitación nuevamente. La verdadera sorpresa me la llevé en el camino… Al llegar al comedor para llegar a mi cuarto, de reojo me pareció ver a alguien en el asiento de la mesa. Cerré los ojos y los abrí tres veces ¡Había un niño de unos 12 años sentado en mi casa! La situación fue tan extraña que me quedé muda, como una piedra, mirándolo fijo y sin decir nada.

- ¿Qué pasa? ¿No me recuerdas?- Me preguntó con una voz serena y dulce, aunque yo continué inmóvil, no entendía nada de lo que estaba sucediendo. - Soy Ami, Ami el niño de las estrellas. Me conociste cuando eras una niña de unos 10 años ¿Ahora me recuerdas?

Estuve unos segundos sin responder, me costó reaccionar. El niño continuaba allí sentado, con una sutil sonrisa en su rostro, vestido con un extraño traje.

- ¡No puede ser! - Susurré - Sí te recuerdo, por supuesto que te recuerdo, tu me enseñaste a ver la vida de otra forma cuando era pequeña. Pero… ¿Qué haces aquí?

- Pues… Vine a verte, quería saber qué habías hecho de tu vida. Quería saber si me recordabas, y si recordabas qué viniste a hacer a este mundo… - Me contestó el niño con un tono un poco divertido pero a la vez serio. Me miraba fijo a los ojos y yo volví a quedar perpleja y dura como piedra.

- ¿Recuerdas qué viniste a hacer a este mundo?¿Recuerdas cuál es la misión que elegiste?

De repente todo se fue volviendo borroso y oscuro, sin embargo, esas dos últimas preguntas resonaban como un eco, una y otra vez, y yo sin respuesta alguna. Realmente no sabía que responderle o qué responderme. Respiré de golpe como quien sale luego de estar sumergido debajo del agua, abrí los ojos y estaba acostada en mi habitación, escuchando aquella música que tanto me gustaba. Todo había sido un sueño, pero había sido tan vívido que continuaba muy sorprendida. Sin embargo sabía que no era un sueño cualquiera, aquí estaba la clave que necesitaba… ¿Cuál era la misión que había elegido? Pues así fue que lo pude recordar, el proyecto que iba a presentar en unos días era parte de esa misión. La respuesta salió de mi interior como un bálsamo que calmó una a una mis dudas y mis inseguridades. Mis nervios y mi ansiedad se disiparon y me pude tranquilizar. Volví otra vez a conectarme con lo que mi corazón quería expresar y dar a través de ese proyecto en el que tanto había creído…

                                               Denise Ferrero Ryan - 2024

 



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