martes, 10 de diciembre de 2024

 

Metáforas

 

Abuela Tata, tu corazón era un pozo infinito que abrazaba la vida de sus hijos. La vida de sus nietas y nietos.

Envuelta en tus brazos yo sentía el tambor de tu pecho.

Me sentía segura y querida y me sumergía en ellos, sabiendo que tus brazos eran puerto seguro. Nunca dudé de tu cariño, de tu vida dedicada a la familia.

Pero un día el viento frío apagó la luz de sus ojos.

Se me fue poblando la mente de palabras y razones: ¿Quién te llevó hasta tan lejos?

¿Qué me querías decir cuando te fuiste a dormir?

¿Por qué te llevó la muerte?

¿Va a revivir tu corazón tan cansado?

Te voy a esperar en la casa con un ramo de azucenas blancas, entre las paredes pobladas de recuerdos y roces como como si tu alma siguiera con amor mis ilusiones.

Ecos, rumores, sombras, nada…

¡Ah, si pudieras ver dulce y tierna abuela los ríos de dolor que lloro a solas!


                                                Clara Molina - 2024



 

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