CAMBIAR
He pasado la mayor parte de mi vida tratando
de cambiar, como si fuera la consigna de mi existencia. Y tal si fuera una
creación de algún científico loco, no sé cuál de todas las partes es original,
o sea que no sé quién soy, si es que ese saber sirve para algo.
He tratado de adelgazar, de saber, de creer,
de leer, de cuestionar, de que mi pelo sea ondulado, o rubio, de que me
aprueben, de que me consideren, de que lean lo que escribo, de que sepan quién
soy, y he perdido de vista los anhelos de aquella niña que se recostaba sobre
la hierba en las noches de verano, tejiendo sus sueños a la luz centelleante de
las estrellas y los pequeños flashes de
las luciérnagas, oyendo la música del agua en las acequias y el suave roce del
viento en los sauces.
No sé si soñar es ser, pero al menos generaba
mis propios anhelos.
Asunción – 2003
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