miércoles, 12 de marzo de 2025

 

Uso de refranes

 

                                                                  La ocasión.

Jesús fue a la feria con la esperanza de que se cumpliera para él la sabiduría del dicho popular que dice: “A quien madruga Dios lo ayuda”.

Él vivía a unos 50 kilómetros del pueblo, e iba muy feliz conduciendo su vieja, qué digo vieja, viejísima camioneta Ford modelo T, toda una joya que ya habían intentado más de una vez comprársela para coleccionistas o para museos, pero como había sido de su bisabuelo él se resistía, es más, tenía la idea de que cuanto más tiempo pasara más se cotizaría.

Sí, había sido de su bisabuelo, que se la heredó a su abuelo, y éste dejó en su testamento que fuera para él. En ese momento pensó: “A caballo regalado no se le miran los dientes”, y con el tiempo y el mantenimiento que le fue haciendo para que no se desmoronara, le fue tomando un cariño que se convirtió en un gran cariño por esa antigüedad que circulaba más con rezos y ruegos que con nafta.

Comenzaba a amanecer y Jesús iba “Feliz como perro con dos colas” se le adelantó un hermoso y enorme Mercedes Benz relucientemente negro, que se detuvo delante mientras el pasajero sacando la mano por la ventanilla le hacía señas para que se detuviera, y Jesús así lo hizo.

Del moderno vehículo descendió un señor muy bien vestido de traje formal de muy buen corte, que tras un breve saludo le hizo una oferta que, suponía, ese pobre hombre no podría rechazar, pero Jesús, “Agrandado como galleta en agua”, le contestó con una sonrisa de suficiencia: “Hagamos un cambio justo, mi Fordcita por su Mercedes”.

Sin más ni más, el señor elegante, sin despedirse siquiera, subió en silencio a su auto e hizo una seña a su chofer y partieron, alejándose hasta desaparecer en pocos segundos de la vista de Jesús, que cavilando se dijo: “Debí escuchar, pues “más vale pájaro en mano que cien volando”.

Subió a su reliquia pero no logró hacerla arrancar, y según dice el refrán, “Quien mucho abarca poco aprieta.”

                                                                              Iris Neli – 2024

 

Consigna: cada participante aportó un refrán conocido, debíamos realizar un relato gracioso utilizando al menos cuatro refranes.

 

 

 

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