Una cierta noche miré al cielo y vi muchas estrellas, había una
en especial, cuyo resplandor era tan fuerte que iluminaba mi
rostro, dándome la claridad que necesitaba para llenarme de
osadía y emprender mi viaje sin retorno hacia el mundo de la
fantasía, que está lleno de color y vida, acompañada de la
amistad de los seres celestiales, hasta la culminación de mis
días.
Basilia Arenas - 2020
Lo breve y bueno es dos veces bueno
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