Ensayo
LAS
COMUNICACIONES ATRAVÉS DEL TIEMPO
A medida que pasa el tiempo, se ve cómo han cambiado las
relaciones y las comunicaciones aún intrafamiliares. En casa papá hablaba y no
se lo interrumpía. Su costumbre era relatar todo lo que le había pasado, escuchado,
asombrado.
Los hijos no hablábamos. Silencio y respeto.
Recuerdo los relatos de aparecidos que hacían con sus
hermanos, en la noche alrededor de la mesa. Yo tenía miedo de irme a dormir
sola, pero nunca dije nada. De mi hermano no sé qué pensaba ni qué sentiría
Después vino la televisión; las noticias y las novelas
románticas ocuparon la atención de los habitantes de la casa. Yo estudiaba y
leía.
Cada uno seguía en su mundo y en sus preocupaciones.
Las decisiones sobre estudios no pasaban por una evaluación
familiar. Eran personales. Tampoco opinábamos sobre la economía del hogar, ni
las costumbres gastronómicas.
Eso es lo que había.
La vida en la escuela, las amistades del barrio, las
distintas costumbres en cada casa eran objeto de observación y aprendizaje.
Sí, teníamos música, cada uno aportaba lo suyo en ese campo
con discos pequeños de vinilo.
Llegó el teléfono y el novio. Puntualidad para hablar (no a
cualquier hora), puntualidad para salir, puntualidad para las relaciones. Todo
a horario. Todo correcto.
En esa casa la gente iba y venía como en un relojito. Cada
uno hacía su entrada y salía.
La universidad fue la liberación. Leer mucho, opinar,
expresar gustos, definir.
En la universidad se trabajaba con fotocopias y libros. No
había apuntes de profesores, eso vino después. Eran los originales.
No había panfletos políticos ni científicos. Era la Facultad
de Filosofía y Letras y allí se respetaba lo establecido.
Era otro mundo. El mundo de las ideas.
Pensar, elegir, saborear lo dicho o elaborado. ¡Qué mundo
hermoso con profesores inspirados!
Clara Molina - 2022
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