EL RÍO
El río avanza, corre, se desliza
entre rocas, plantas, arenas.
A veces se detiene cansado, pero
sus propias células empiezan a inquietarse y le piden, “Vamos, vamos, sigue,
adelante”; y de a poquito empieza a fluir montaña abajo, zigzagueando ondulante,
coqueteando entre las flores. Ríe, canta, llora…
Va recordando todo lo que vio en
su recorrido: paisajes, nubes, gente, lluvia, más agua que cae y llena su
cauce. Tropiezos, vueltas, sinsabores y alegrías.
El río sigue incansable, se
expande, cada vez más lento, tiene miedo de llegar al mar, es el fin,
desaparecer en el todo, perder su identidad. No ser.
Al fin se entrega, ya no es, pero
es el mar, está en el todo. Todo es uno.
Sonríe.
Clara Molina - 2022
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