Resurrección
Abrí una vaina,
hermosa, fecunda, crecida,
de arveja
y adentro sus granos
robustos, crecidos,
fecundos,
dejaban salir
como a sus pies,
una blanca hilacha
llena de vida,
acunando un futuro
que en esta oportunidad
llegaría sólo
hasta la olla
de mi almuerzo.
AMI
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